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Alerta de ciencia
Revisado este mes
Preservación de recursos del sistema de trauma: una herramienta simple de clasificación en la escenas puede reducir la sobreutilización de los servicios médicos de emergencia en helicópteros en un sistema de trauma estatal.
Autores: Udekwu P, Schiro S, Toschlog E, Farrell M, McIntyre S, Winslow J 3rd.
Publicado en: Trauma Acute Care Surg, 2019 agosto; 87 (2): 315–21.
Este mes revisamos un texto que examina el uso del transporte aeromédico con helicóptero por los servicios médicos de emergencia (HEMS por sus siglas en inglés). Como todos sabemos, el objetivo de utilizar HEMS es mejorar los resultados para pacientes con lesiones sensibles al periodo de tiempo. La literatura actual respalda el uso de HEMS para pacientes con lesiones graves. Sin embargo, cuando los pacientes con lesiones de bajo riesgo son transportados por helicóptero, esto puede generar un costo sustancial y agregar una factura importante a su atención y transporte, lo que a veces produce dificultades financieras.
La literatura publicada anteriormente indica que muchas agencias del SEM utilizan las pautas del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) para la elección de un helicópteros. Sin embargo, se ha demostrado que esto conduce a un sobre entrenamiento importante. Otra opción discutida en la literatura disponible es la puntuación de triage pre hospitalario aeromédico (Air Medical Prehospital Triage, AMPT por sus siglas en inglés). Sin embargo, el AMPT es un puntaje complejo que incluye criterios objetivos y subjetivos. Además, la viabilidad en su uso no ha sido evaluada. Entonces, la pregunta es, ¿podemos clasificar de manera simple y efectiva a los pacientes en el campo para identificar a aquellos que se beneficiarán del transporte aeromédico y aquellos que no deberían ser transportados en helicóptero?
Reducir la sobreestimación
Los objetivos del estudio de este mes incluyeron "la evaluación de los cambios en el uso de helicópteros en escena en toda condición en todas las edades, una evaluación contemporánea de las variables clínicas de la escena y su asociación con la mortalidad y la disposición de las salas de urgencias, y una evaluación de la sobrecarga y los costos del HEMS". Los autores tenían dos hipótesis: 1) que el uso contemporáneo de helicópteros se asoció con una sobreestimación importante, lo que resultó en un aumento de costos y riesgo de daño financiero del paciente, y 2) que el aumento de los costos y riesgos podría disminuir mediante la aplicación de una regla simple basada en la derivación de la escena de un fácil acceso a la Información clínica.
Para completar este estudio, los autores utilizaron los datos del registro de trauma de Carolina del Norte, Estados Unidos. Identificaron a todos los pacientes transportados desde la escena y admitidos en centros de trauma desde 2013 hasta 2015. Las lesiones sensibles al periodo tiempo se definieron como "muerte en la sala de urgencias, disposición de un quirófano y procedimiento invasivo o unidad de cuidados intensivos". Los autores realizaron un modelo de regresión logística para evaluar la influencia de las variables de la escena en la mortalidad hospitalaria en SEM terrestres y en pacientes transportados por helicóptero. Los autores también crearon un modelo de regresión logística para pacientes con bajo riesgo de mortalidad. Las variables analizadas incluyeron edad, modo de transporte, puntaje del componente de respuesta motora de la escala de coma de Glasgow, frecuencia de pulso en la escena, frecuencia respiratoria en la escena, presión sanguínea en la escena y mecanismo, contundente o penetrante.
Compararon los resultados en pacientes de bajo y alto riesgo. Los pacientes de bajo riesgo se definieron como aquellos de 16 a 69 años con lesiones contundentes, presión arterial sistólica de 90 mm Hg o más, frecuencia de pulso de 60 a 160 latidos por minuto , frecuencia respiratoria de 10 a 29 respiraciones por minuto y una puntuación del componente de respuesta motora de la escala de coma de Glasgow de 6.
Una de las partes más interesantes de este análisis fue cómo los autores evaluaron el costo. Simplemente realizaron una búsqueda en Internet utilizando los términos helicóptero, SEM, costo y valor para estimar el impacto financiero del transporte aeromédico. Los datos de beneficiarios del programa social Medicare se usaron para estimar los costos de SEM terrestres.
Resultados
Hubo 45,527 pacientes transportados por vía terrestre y 4,662 pacientes transportados por helicóptero desde escenas identificadas en el registro. La edad promedio de los pacientes por vía terrestre fue de 48.2 años, versus 40.4 para los pacientes transportados por helicóptero (p <0.001). Los pacientes con transportados por helicóptero tuvieron una puntuación de gravedad de lesión mediana más alta (14.0 vs. 8.3, p <0.001) y una frecuencia de pulso en la escena mediana más alta (94 vs. 90, p <0.001). Los pacientes transportados por vía terrestre tuvieron una puntuación en la respuesta motora de la escala de coma de Glasgow promedio más alta (5.7 vs. 5.2, p <0.001) y una presión arterial sistólica mediana más alta (138 vs. 130, p <0.001), y un porcentaje más alto de pacientes transportado por vía terrestres sobrevivieron (96.0% vs. 91.7 %, p <0,001).
No hubo diferencias estadísticamente significativas en la tasa de mortalidad al comparar pacientes de bajo riesgo (0.6% vs. 0.4%, p = 0.415) transportados por tierra que por aire. De todos los pacientes transportados por helicóptero, 34.8% fueron categorizados como de bajo riesgo. De ellos, el 64.1% no tenía una lesión sensible al periodo de tiempo definida por el estudio, y el 7.8% fue dado de alta.
Los autores informaron que el costo promedio por el transporte aeromédico fue de unos $40,766 USD, con una ganancia neta de $ 12,875 USD por transporte de pacientes. Además, informaron que el costo promedio de transportes por vía terrestre fue de $ 224 a $ 2,204 USD. Luego, los autores estimaron que las ganancias totales por todos los pacientes de bajo riesgo en este estudio fueron de $20.9 millones USD. Esta estimación incluyó $13.4 millones USD para pacientes de bajo riesgo sin una lesión sensible al periodo de tiempo definida por el estudio y $3.5 millones USD para pacientes transportados por helicóptero dados de alta directamente a su hogar desde el servicio de urgencias. Finalmente, los autores informaron que transportar por vía terrestre a todos los pacientes de bajo riesgo en este estudio costaría $ 3.6 millones USD, lo que representa un ahorro de $ 17.3 millones USD.
Los autores concluyeron que "la implementación de una herramienta de decisión simple que designa a pacientes adultos no geriátricos con un mecanismo de lesión contundente, puntaje normal de la escala de coma de Glasgow, presión arterial sistólica mayor de 90 mm Hg, frecuencia de pulso de 60-120 lpm y frecuencia respiratoria de 10– 29 respiraciones por minuto al transporte terrestre generarían ahorros sustanciales sin un aumento en la mortalidad y reducirían el riesgo de daño financiero para el paciente ".
Conclusión
Este estudio tiene algunas limitaciones. En particular, los autores no abordaron la distancia de transporte, el terreno o el acceso a la escena. Los autores señalaron que su análisis del costo fue una "simplificación excesiva" porque no corrigió los beneficios obtenidos al ahorrar recursos de los SEM terrestres. Tampoco compararon el riesgo de muerte para las tripulaciones y los pacientes en transportes por helicóptero y por vía terrestre. Los autores fueron claros al señalar que estos resultados eran específicos del SEM de Carolina del Norte, Estados Unidos y pueden no ser aplicables a otras regiones, específicamente aquellas con despacho de helicópteros y ambulancias terrestres controlados centralmente.
Este es un artículo interesante e importante, pero ciertamente no es el estudio definitivo que identifica métodos simples de clasificación de transporte aeromédico y compara los costos asociados con el transporte por helicóptero y ambulancia terrestre. Sin embargo, este estudio generará nuevas preguntas de investigación y métodos novedosos para evaluar la clasificación y el costo del transporte aeromédico por helicóptero.
Antonio R. Fernández, PhD, NRP, FAHA, es director de investigación en el EMS Performance Improvement Center y profesor asistente en el Departamento de Medicina de Emergencia de la Universidad de Carolina del Norte – Chapel Hill. Está en la junta de asesores del Foro de Investigación de Atención Prehospitalaria en la UCLA.
Traductor
Pablo Andrés Amiano
Pablo es Técnico Superior en Emergencias médicas (TSEM), diplomado de aeromedicina y transportes de cuidados críticos. ACLS-PALS-BLS-Pit Crew. Actualmente trabajando de paramédico de vuelo de UTV Aeroemergencias (Modena Air Service) .Rosario, Argentina.
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