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Original Contribution

Casos curiosos: Complicaciones culinarias

David Page, MS, NRP

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Traducido por Eduardo Saad Canales.

En un día caluroso de verano se recibe un reporte de emergencia de un paciente que se encuentra en el octavo piso de un edificio de departamentos. Al llegar, el equipo de rescate descubre que el elevador está fuera de servicio. Deciden usar las escaleras y mientras suben los últimos peldaños, escuchan el flujo de aire a través de una bolsa-válvula mascarilla y a alguien contando: “Uno y dos y tres.”

En la escena se encuentran con una paciente femenina con obesidad mórbida (alrededor de 350 kg) que presenta paro cardiaco, sobre el piso de su cocina. El equipo de atención nota de inmediato una gran cantidad de fluido color rojo oscuro alrededor y sobre la paciente. Un paramédico comenta: “No sabemos por dónde está sangrando, pero parece que proviene de la boca.”

Al momento de abrir la vía aérea del paciente, el equipo de atención se encuentra con mucha rigidez en el cuello y en la mandíbula. Además, hay partículas de comida por toda la zona y una gran cantidad de emesis con una tonalidad que va del rojo al violeta, pasando por azul.

Mientras el equipo continúa la reanimación, el monitor muestra asistolia y se descubre que el paciente es proveniente de Europa Oriental. Las compresiones son complicadas de realizar debido al tamaño del pecho y a que se encuentra resbaladizo. Se coloca una cánula orofaríngea después de no poder visualizar la vía aérea. El reporte indicó: “la humedad no desaparece y seguimos resbalando del esternón.”

Se coloca una vía intraósea y un miembro del equipo de atención le pasa a otro una jeringa con 10 ml de líquido transparente.  “Aquí está el epi,” dice. “tuve que diluir 1:1 porque la bolsa de 1:10 está rota.” Se administra rápidamente el medicamento. Tras la autorización del centro médico, se da por terminado el intento de reanimación; sin embargo, al poco tiempo varios descuidos se hicieron evidentes.

Discusión del caso

El fluido que había sido catalogado como sangre resultó ser borscht, o sopa de betabel; platillo típico de Ucrania. Una vez que llegó un miembro joven de la familia y ayudó como traductor, el equipo descubrió que el paciente pudo haber colapsado la noche previa, después de haber servido borscht en una cena familiar, y ser encontrado hasta la mañana en que se realizó la llamada. Aunque existía una barrera de lenguaje, los familiares que se encontraban en la escena al arribo del equipo tenían el nivel necesario de inglés para poder expresarse, pero al no ser entrevistados lo suficientemente bien, no revelaron esa información.

¿Por qué el paciente tenía tal temperatura corporal alta, y el equipo de atención decidió iniciar maniobras de reanimación? El suelo de la cocina era muy delgado y se calentaba con facilidad por el calentador de agua del vecino del séptimo piso. La temperatura ambiente y el calor desprendido del suelo daban la impresión de que el paciente tenía poco tiempo de haber caído en paro cardiaco.

Finalmente, el equipo descubrió que la ampolleta que habían usado al administrar la epinefrina era una ampolleta de amiodarona. La escasez de medicamentos había forzado un cambio en el proveedor y las ampolletas de epinefrina y amiodarona se veían muy similares.

Factores de prevención

Los proveedores de servicios de emergencia enfrentan pruebas en situaciones desafiantes. ¿Eres capaz de subir corriendo ocho pisos y atender un paciente, que se encuentra en paro cardiaco, con la mente despejada? Mantener una buena condición física es un requisito para el trabajo, pero saber cuándo es momento de calmarse, disminuir la velocidad y recuperar la compostura es clave para el tratamiento eficaz del paciente. Practicar habilidades de destreza mental mientras tu frecuencia cardiaca está cerca de su máxima capacidad, ayuda a fortalecer tu agudeza intelectual en momentos de mucha tensión física.

Estudios recientes han mostrado gran preocupación acerca de la precisión en la administración de medicamentos durante la atención prehospitalaria. Una mayor organización en el etiquetamiento, almacenaje e inventario de los medicamentos  es necesaria  para implementar un sistema que reduzca la probabilidad de cometer errores. Con esto se busca minimizar los cálculos matemáticos que deban realizarse en la escena. Este equipo no notó que la ampolleta de epinefrina estaba rota durante sus chequeos previos. Más importante aún, tomarse una pausa para comprobar que es el medicamento correcto puede evitar este tipo de errores.

Al promover una cultura espacios de trabajo seguros, donde los errores pueden ser reportados sin miedo a sufrir represalias, Sedgwick, County EMS en Wichita, Kansas, ha creado una lista de apoyo para permitir a los equipos comprobar entre ellos antes de administrar un medicamento, para asegurarse de que lo están haciendo de forma correcta. Esta comprobación tarda entre 20 y 30 segundos y debe ser realizada ante cualquier situación. Incluso durante un paro cardiaco podemos dedicar esos segundos para asegurar que se le administre al paciente el medicamento adecuado. Esta lista se puede consultar en el siguiente enlace (en inglés): www.emsreference.com/checklists.

Tips de CRM

Las técnicas de CRM, han dado lugar a una mejor comunicación, trabajo en equipo y seguridad en los sectores: militar, aviación comercial y servicios médicos de urgencia.

  • Saturación de trabajo—Cuando varios procesos clave se llevan a cabo a la vez, proveedores de atención prehospitalaria deben evitar ser sobrepasados por la carga de trabajo. Tareas críticas requieren que nos detengamos y recobremos el enfoque. En este caso, al uno de los paramédicos asumir, que el paciente estaba cubierto en sangre, llevó al equipo a darlo por sentado, en lugar de entrevistar a los familiares.
  • Cultura de no-culpar—espacios de trabajo seguros, quién cometió el error se relega a segundo plano; sin embargo, qué causó el error y cómo arreglarlo, se convierte en una prioridad. En este caso, nos encontramos con una serie de posibles culpables. El médico que tomó el medicamento equivocado puede culparse por una verificación errónea del mismo y al médico que administró el fármaco puede atribuirse negligencia por no constatar que fuera el apropiado, especialmente por el hecho de que hubo una variación en el empaque y concentración del medicamento. Además, ambos pueden ser imputados por intentar resucitar a una persona muerta. Es fácil pensar que nosotros habríamos actuado de forma diferente, pero es difícil asegurarlo.

Reportar

Por favor ayúdenos a identificar errores y situaciones de riesgo que afecten la seguridad de personal de servicios médicos de urgencia y pacientes. Reporte estos eventos de forma anónima en: www.emseventreport.com.

E.V.E.N.T. es una herramienta anónima diseñada para mejorar la seguridad, calidad y consistencia en la atención médica prehospitalaria. La información recolectada será usada para desarrollar políticas, procedimientos y programas de entrenamiento. Un sistema similar usado por pilotos de diversas aerolíneas ha llevado a grandes avances basados en situaciones de riesgo y errores reportados por los pilotos.

Nota del editor

Los casos son ligeramente modificados para proporcionar anonimato y privacidad al paciente y proveedor de la asistencia. Aunque se mantiene lo más fiel posible al evento real, se usa licencia creativa para mejorar la explicación del caso.

David Page, MS, NRP, es director del Prehospital Care Research Forum en UCLA. Es profesor titular y candidato a PhD por la Monash University. Tiene más de 30 años de experiencia en atención prehospitalaria y continúa laborando como paramédico de calle para Allina Health EMS en el área de Minneapolis/St. Paul.

Will Krost, MBA, NRP, es un estudiante de cuarto año de medicina y un miembro de la facultad en la George Washington University School of Medicine and Health Sciences en los Departments of Clinical Research and Leadership and Health Sciences. Tiene más de 23 años de experiencia en operaciones de atención prehospitalaria, transporte de cuidado intensivo y administración de hospitales.

Nota: Este artículo apareció originalmente en la edición en inglés de la Revista EMS World y fue traducido por un voluntario. Si usted observa algún error o quiere sugerir un cambio, por favor envíenos un correo a editor@emsworld.com.

Eduardo Saad Canales es originario de la Ciudad de México, actualmente es Cadete en Prácticas voluntario de Iberomed A.C. y cursa la educación media superior en el Colegio Miraflores. Además, es coautor del libro Desvariaciones sobre un mismo tema.

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