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Original Contribution

El Debut Del Programa de Entrenamiento en La Administración De Naloxona

Pepper Jeter

El 21 de junio del 2016, los Servicios de Emergencias Médicas y Salud Pública del Condado de Suffolk en colaboración con la Compañía de Ambulancias Comunitarias de Sayville, lanzó oficialmente el programa de Prevención de Sobredosis de Opiáceos, el primero registrado en su tipo en el estado de Nueva York.

La nueva herramienta en la guerra contra las drogas presenta la Naloxona intranasal, directamente a las familias afectadas por la adicción a los opiáceos.

“La crisis de opiáceos está dentro de nuestra comunidad”, dijo Robert Delagi, Director de los Servicios Médicos de Emergencia y Salud Pública del condado de Suffolk, señalando que el costo es un factor relevante en el abuso de opiáceos. Una bolsa de entre $5 y $10 dólares de heroína es mucho más accesible que la Oxicodina o el Percocet que va entre los $60 y los $80 dólares la dosis. “Desafortunadamente, tenemos la dudosa distinción de tener el mayor número de fallecimientos relacionados con intoxicaciones por opiáceos del estado.”

Desde que el condado de Suffolk fue reconocido como una Agencia del Programa de Prevención de Sobredosis de Opiáceos, en noviembre de 2013, la oficina de Delagi ha entrenado cerca de 5000 proveedores no tradicionales. De igual modo, la Compañía de Ambulancias Comunitarias, ha entrenado a más de 60 Técnicos en Urgencias Médicas para educar a los miembros de la comunidad dentro de seis municipios principalmente, que son: Sayville, West Sayville, Bayport, Bohemia, Oakdale y Fire Island’s Cherry Grove.

“Obviamente, nosotros no estamos previniendo la sobredosis, estamos previniendo la muerte," dice Delagi. “Cuando ocurre una sobredosis hay una gran probabilidad de que el adicto respire solamente tres o cuatro veces por minuto. Hasta en los mejores días, le toma a una ambulancia de seis a ocho minutos llegar al sitio. En esos seis a ocho minutos puede morir y la resucitación que los Técnicos en Urgencias Médicas intenten darles será menos exitosa.

El Proceso de Entrenamiento

El proceso de entrenamiento es simple y accesible para cualquier persona de la comunidad que esté interesada y tenga diez minutos disponibles. Los materiales educativos incluyen un video de cinco minutos que puede ser visto desde un teléfono inteligente, una breve reseña informativa elaborada por el departamento de salud del Estado de Nueva York, un resumen del contenido del kit, instrucciones y un diagrama de uso.

“El entrenamiento puede darse de diversas formas, dentro de un salón de clases, haciendo una cita para un entrenamiento personalizado, o deteniéndose en alguno de nuestros vehículos registrados para solicitar el entrenamiento, dice Jamie Atkinson, vicepresidente de la Compañía de Ambulancias Comunitarias y director del Programa de Prevención de Sobredosis de Opiáceos. “Si uno no puede realizar el entrenamiento porque nuestros asesores se encuentran ocupados o porque la escena no es segura, les daremos una tarjeta para que llamen o escriban un correo electrónico para agendar una cita para el entrenamiento.”

Otra opción es que, una vez a la semana la agencia abrirá sus puertas por tres horas para dar entrenamiento a la comunidad. Después del entrenamiento los participantes recibirán su kit. Si después de la sesión inicial de entrenamiento la persona aún tiene dificultades para entender el programa, pueden regresar para un entrenamiento personalizado.

“Es así de simple” dice Atkinson. “Cualquiera puede ser entrenado e irse a casa con el medicamento que puede salvar vidas.”

Atkinson recuerda a una mujer que solicitó el entrenamiento por haber leído sobre la iniciativa en un periódico local.

“Le preguntamos, a la mujer, porque le interesaba recibir el entrenamiento, y nos explicó que una de sus amigas tiene un hijo que está teniendo problemas para dejar su hábito de consumir opiáceos," menciona Aktinson. “Ella pensó que su amiga debería tener un kit de rescate en casa, por si era necesario. Su amiga buscaba un entrenamiento personalizado, pero quería permanecer anónima, nosotros hicimos los arreglos pertinentes para eso. De esto se trata el programa. Este es el ejemplo de alguien que buscaba ayuda y nosotros como una organización comunitaria pudimos prestar ese apoyo.”

Obviamente, cada vez que se inicia un proyecto nuevo hay reservas y preocupaciones. Por ejemplo, todos sabemos que al administrar Narcan existe la posibilidad de que el paciente despierte poniéndose agresivo, vomitando o que necesite ayuda para respirar.” Les hemos dicho a nuestros miembros que eduquen enfatizando la importancia de una escena segura, la posibilidad de un paciente combativo o agresivo después de la administración del medicamento y el asegurarse de mantener en el paciente la vía aérea permeable," dice Aktinson.

Es política el supervisar la calidad de todas las llamadas por sobredosis. “Todos los individuos a quienes se les administra Naloxona intranasal, deben ser evaluados en el hospital.  Los Servicios de Emergencias Médicas deben ser llamados inmediatamente," según Brian Blaustein, MD, Director Médico y Médico Adjunto de Medicina de Emergencia en el Northwell Health-Southside Hospital.

Atkinson señala que todos los documentos serán enviados al comité para revisión, el cual incluye a dos médicos y a dos miembros de la comunidad que no son miembros de la compañía de ambulancias. Ellos estarán evaluando con la finalidad de asegurar el buen uso del medicamento y la efectividad del programa.

Al inicio, algunos miembros de la comunidad les preocupaba equivocarse al momento de administrar la Naloxona en una emergencia. “Una vez que vieron lo sencillo que era, el reto fue superado,” dice Delagi, agregando que cuando los paramédicos aprendieron sobre una estrategia para reducir aún más el daño, ellos estaban muy emocionados. “Los paramédicos están todos muy emocionados de lograr prevenir que algo malo suceda en lugar de solo responder cuando algo malo sucede."

Estableciendo el Escenario

Dos cuestiones fundamentales preceden el desarrollo del Programa de Prevención de sobredosis por Opiáceos del condado de Suffolk.

La primera, en Nueva York los legisladores crearon una importante política pública respecto a las Leyes de Buen Samaritano, el no temer al llamar a los Servicios de Emergencias Médicas, las distintas posibilidades de tratamiento, los pagos de seguros, las estrategias de manejo de casos en los hospitales. Estos cambios abrieron el camino para que los miembros entrenados de la comunidad ayuden a salvar vidas con una estrategia de reducción de daños.

La segunda, la Naloxona, vendida con el nombre comercial de Narcan, entre otros, pasó a ser en el año 2006 de una inyección en un dispositivo que por décadas solo los TUMs avanzados podían administrar; a ser una inyección intramuscular que puede ser administrada por gente común; y finalmente en 2012, cuando los dispositivos con atomizador nasal llegaron al mercado, hizo que se removiera la aguja e hizo la administración aún más sencilla.

Estadísticas Comparativas

El año pasado, los Servicios de Emergencias Médicas del condado de Suffolk salvaron 543 vidas. “La mayoría de ellas por la administración de la Naloxona vía nasal, por policías y TUMs,” explica Delagi. “De ellas 10 fueron administradas por gente de la comunidad.”

El programa dirige su atención a los oficiales de salud pública y a los proveedores de servicios de emergencia a lo largo del condado. “Otros servicios de ambulancia que desean hacer esto deben tener la aprobación de la agencia y los paramédicos. Ellos deben tener un soporte universal, el cual es la clave para el primer paso,” menciona Delagi.

De igual modo, la gente que ve esta estrategia para reducir el daño como un camino para facilitar el uso de drogas debe ser educada acerca del proceso.

“Hay un error de percepción, aún entre los paramédicos, que si administrar algo como el Narcan, va a llevar a la gente a un comportamiento riesgoso o agresivo,” dice Delagi. “Dentro de las estrategias de salud pública, nosotros no lo percibimos de ese modo”. Nosotros pensamos que, la gente ya está llevando a cabo un comportamiento riesgoso y necesitamos darles armas para prevenir su muerte. Pero si no salvamos la vida de las personas que son más vulnerables, cuando están tirados en el piso y apenas respiran, entonces todo lo demás que hacemos para combatir el abuso de las drogas no tiene sentido.

Requisitos para Recibir el Entrenamiento como Respondiente a la Sobredosis

Todo adulto de 16 años o más puede ser capacitado.

Si un participante no comprende adecuadamente el entrenamiento, recibirá una tarjeta de presentación de la Compañía comunitaria de ambulancias y se le solicitará pedir una cita subsecuente para continuar la capacitación.

Nota: Este artículo apareció originalmente en la edición en inglés de la Revista EMS World y fue traducido por un voluntario. Si usted observa algún error o quiere sugerir un cambio, por favor envíenos un correo a editor@emsworld.com

adrian alba pelayo

Adrian Alba Pelayo es Paramédico egresado de la Cruz Roja Mexicana en la Ciudad de México, donde participa como voluntario y operador desde hace 16 años. Es instructor en CECAD Emergencias para programas de American Heart Association, Emergency Care and Safety Institute, Health and Safety Institute y de Primeros Auxilios para Mascotas.

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