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Original Contribution

Equipo Mexicano de Búsqueda y Rescate Provee Cuidado a Personas a lo Largo de la Frontera

Joseph J. Kolb, MA

Cada año, decenas de miles de inmigrantes se enfrentan a un viaje desalentador y angustiante para llegar a los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU) a través de la frontera suroeste, que reclama algunos de los terrenos más inhóspitos del mundo. Las temperaturas del desierto, con temperaturas muy elevadas durante el día y temperaturas congelantes por la noche, picos montañosos accidentados, peligrosos valles, sin mencionar insectos, animales salvajes, plantas capaces de desgarrar la piel y merodeadores violentos y sin escrúpulos afrontandolos todos los días. Dejando a muchos cerca de la muerte en áreas remotas.

Desde el año 2000 más de 6,000 personas han sido encontradas muertas en el lado de EE.UU. solo por realizar este horroroso viaje.

Para hacer frente a lo que muchos grupos llaman las primeras etapas de una crisis humanitaria del viaje migratorio, el gobierno Mexicano lanzó una organización de búsqueda y rescate llamada Grupo Beta. Los rescatistas de camiseta naranja rápidamente se convirtieron en una señal de bienvenida para los inmigrantes en su lucha, proporcionándoles el alivio y el soporte vital necesario antes de llegar a la frontera de los Estados Unidos. Como una organización apolítica, el Grupo Beta no tiene autoridad policial o de inmigración. Su único objetivo es proporcionar atención de emergencia, sin hacer preguntas. Ya sea un inmigrante en busca de trabajo en los Estados Unidos o un narcotraficante, si alguien está en problemas, el Grupo Beta le brindará atención.

El Grupo Beta comenzó como un proyecto piloto en 1990 a lo largo de la frontera México-Estadounidense cerca de Tijuana. Veintiún años después, la organización se convirtió en una entidad federal oficial del Instituto Nacional de Inmigración Mexicano, con el fin de no solo proporcionar primero auxilios a los inmigrantes, sino ayuda humanitaria, acceso a servicios legales y ayuda social. Desde entonces ha crecido a 22 unidades a lo largo tanto de la frontera norte y en la frontera sur con Guatemala, así como las zonas del interior del país que son consistentes con el flujo de inmigrantes hacia el norte. Ambas fronteras han estado especialmente ocupadas con la afluencia de inmigrantes centroamericanos hacia los Estados Unidos en los últimos tres años.

Si bien, esta misión humanitaria es noble y necesaria, no se encuentra libre de detractores en Estados Unidos, quienes sienten que la aplicación de la ley Mexicana necesita involucrarse más estrechamente para detener el flujo de inmigrantes ilegales y drogas hacia los Estados Unidos.

“Hubo un tiempo en el desarrollo temprano de la organización, en que, parecía facilitar el contrabando de seres humanos y drogas” dijo Víctor M. Manjares, Jr., del centro de derecho y comportamiento humano de la Universidad de Texas en El Paso y ex jefe de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, agregó “No creo que sea el caso ahora, con la excepción de algunas pícaras instancias”

Luis Carlos Cano, portavoz del Grupo Beta, dijo que independientemente de si un individuo es narcotraficante o traficante de personas, si necesita atención médica, el Grupo Beta se la proporcionará y no lo reportará con las autoridades Mexicanas.

"Nosotros les proporcionamos ayuda y les damos una advertencia, pero luego les permitimos seguir su camino", dijo Cano. "Nosotros no hacemos preguntas o los juzgamos, simplemente proveemos cuidados".

La aceptación en la unidad es rigurosa, implica una verificación estricta de los antecedentes, pruebas psicológicas y por supuesto, de primero auxilios. Gran parte de su misión también son las relaciones públicas. Aunque no pueden detener a los inmigrantes que se dirigen hacia el norte, pueden advertirles de los peligros reales, los riesgos que están asumiendo basados en la topografía y quizás, por el limitado suministro de alimentos y agua que llevan aparentemente. El Grupo Beta notifica a la patrulla fronteriza de los Estados Unidos si hay brechas tangibles o intentos de violación a las cerca de 800 millas de valla fronteriza, una notoria táctica de los narcotraficantes.

Los patrullajes regulares rastrean las rutas migratorias conocidas, tanto en las camionetas anaranjadas ubicuas, como en patrullajes a pie en los desiertos que buscan inmigrantes en problemas, no sólo físicamente, sino extraviados. Estos patrullajes frecuentemente encuentran pistas de inmigrantes en las rutas migratorias como ropa quemada por el sol, botellas vacías de agua o botellas de bebidas deportivas, bolsas de basura usadas para equipaje bruto y trágicamente, los restos de aquellos que sucumbieron a los elementos. Un objetivo de su misión es el establecimiento de estaciones de agua y cajas de llamado de S O S.

Cano dijo, 75% de los inmigrantes centroamericanos viajan a través del estado de Tamaulipas en su camino hacia Estados Unidos en gran parte debido a la ruta del notorio sistema ferroviario conocido como La Bestia el cual, transporta inmigrantes precariamente subidos en el techo del tren exponiendo sus propias vidas a temperaturas muy altas y un sol implacable o a lluvias torrenciales. Avivando la potencial exposición a la violencia a una guerra que continúa entre los cárteles del Golfo y Los Zetas, que más recientemente resultó en la masacre de 14 personas en Ciudad Victoria, la capital del estado.

Las autoridades mexicanas han visto un incremento mayor al 50% en el número de inmigrantes encontrados en peligro desde principios del 2016 en comparación al mismo periodo del año pasado. Cano dijo que en el estado de Chihuahua 6,784 inmigrantes requirieron asistencia en el 2014 y 3,865 en 2015 solamente.

Al igual que en Estados Unidos, no es ilegal dejar México así que el tema migratorio es esencialmente controlado por el Grupo Beta para garantizar un paso seguro. México ha realizado esfuerzos para controlar el flujo de inmigrantes que entran por su frontera sur con poco impacto. Una vez que han realizados los procesos y tribulaciones hacia la frontera de los Estados Unidos, si necesitan ayuda del Grupo Beta en el campo, quienes también proveen estaciones de agua en áreas remotas muy transitadas, prácticamente no existe continuidad con los funcionarios federales de inmigración encargados de deportar a los inmigrantes de vuelta a Centroamérica a menos que ellos lo soliciten.

Admitiendo que, a pesar de los esfuerzos para disminuir la migración, ambos países entienden que deben prestar asistencia humanitaria cuando surgen emergencias, independientemente del ambiente político o la retórica de los políticos

Los peligros de la migración no se han olvidado en el plan de misión del Grupo Beta

“Tenemos una campaña para identificar los riesgos que los inmigrantes asumen con su decisión” Cano dijo “Se hacen anuncios en sitios donde los inmigrantes se reúnen durante su viaje así como los riesgos del clima y terreno”.

Cano dice que el Grupo Beta y la patrulla fronteriza norteamericana han trabajado juntos durante el rescate de inmigrantes en problemas. Del lado americano de la frontera la patrulla fronteriza cuenta con una unidad especial de búsqueda y rescate conocida como BORSTAR (patrulla fronteriza, búsqueda, trauma y rescate por sus siglas en inglés) cuya misión es rescatar inmigrantes extraviados, enfermos o lesionados. La diferencia, en este caso, es que después de que los inmigrantes se han recuperado, son puestos en proceso de deportación.

La migración del hombre ha sido parte de la narrativa humana desde el inicio de los tiempos y jamás se detendrá. Siempre habrá una razón para que la gente migre a otras áreas, en el caso de los ciudadanos centroamericanos y mexicanos, huyendo de la pobreza y la violencia, el grupo beta y la BORSTAR estarán allí para brindar cuidados a los necesitados durante su viaje.

Traductor

Cristian Román es originario de la Ciudad de México. Desde la escuela preparatoria se interesó en el ámbito de las emergencias y tiene más de 20 años de experiencia en los servicios médicos de urgencia. Ha trabajado como paramédico en varias empresas de ambulancias particulares y en Cruz Roja Mexicana, donde se graduó como Técnico en Urgencias Médicas Intermedio en la Sede Nacional. Es autor del libro de bolsillo "Atención prehospitalaria, guía de referencia del paramédico y del técnico en urgencias médicas" de la Editorial Trillas, actualmente trabaja como paramédico y rescatista en la Subdirección de Urgencias del Estado de México y como voluntario en el Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca, Estado de México.

Nota: Este artículo apareció originalmente en la edición en inglés de la Revista EMS World y fue traducido por un voluntario. Si usted observa algún error o quiere sugerir un cambio, por favor envíenos un correo a editor@emsworld.com

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